La nieve tiene algo especial. Lo deja todo blanco, suave y espumoso. Es posible que Boston se haya llevado la mejor parte de la ‘snowzilla’ Jonas. Ha nevado mucho (muchísimo, en mis términos madrileños) pero no lo suficiente para colapsar la ciudad. Y aunque el sábado desde la ventana temíamos a las ráfagas de viento que chocaban contra nuestras ventanas, al día siguiente, muchos, como niños, salimos a disfrutar.
Y lo mejor de todo es que la temperatura acompañaba. Hacía ‘calor’, -4ºC, los grados perfectos para que la nieve no se convierta en barro y los aventureros no sufran congelaciones mientras luchan con los guantes y las cámaras de fotos.
Es cierto, Boston no ha sido Washington DC, ni Nueva York, ni Filadelfia. No hemos podido esquiar en medio de la ciudad. Pero la vista del río Charles blanco y congelado nos ha quitado el hipo.
Más fotos en flickr
…
Y una más de regalo
Primera prueba de invierno superada! 😉
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Guau!!!!!!! Que precioso está todo!!! Que envidia!!!! Frío, viento, hielo, frío……. pero seguro que lo estás disfrutando como una enana!!! Me ENCANTA ver estas fotos 🙂 🙂 jejeje un besin desde el otro lado del charco
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